Salud bucodental - OMS

Ene 08 de 2020 0

Datos y cifras

  • Las enfermedades bucodentales son las enfermedades no transmisibles más comunes, y afectan a las personas durante toda su vida, causando dolor, molestias, desfiguración e incluso la muerte.
  • Según estimaciones publicadas en el estudio sobre la carga mundial de morbilidad 2016, las enfermedades bucodentales afectan a la mitad de la población mundial (3580 millones de personas), y la caries dental en dientes permanentes es el trastorno más prevalente.
  • Se estima que la periodontopatía grave, que pueden ocasionar pérdidas de dientes, es la undécima enfermedad más prevalente en el mundo.
  • La pérdida grave de dientes y el edentulismo total fueron algunas de las diez principales causas de años perdidos por discapacidad (APD) en algunos países de altos ingresos.
  • En algunos países de Asia y el Pacífico, el cáncer bucal (cáncer de labio y la cavidad bucal) es uno de los tres principales tipos de cáncer en razón de su incidencia.
  • El tratamiento dental es costoso, y representa una media del 5% del gasto total en salud y el 20% del gasto medio directo en salud en la mayoría de los países de altos ingresos.
  • Las demandas de atención de salud bucodental rebasan las capacidades de los sistemas de atención de salud de la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos.
  • Las desigualdades en lo que respecta a la salud bucodental existen entre diferentes grupos de población de todo el mundo y durante todo el ciclo de vida. Los determinantes sociales tienen un fuerte impacto en la salud bucodental.
  • Los factores de riesgo comportamentales relativos a las enfermedades bucodentales son comunes a otras importantes enfermedades no transmisibles, entre ellas una dieta malsana rica en azúcares libres, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol.
  • La mala higiene bucodental y la exposición insuficiente al flúor tienen efectos negativos en la salud bucodental.

La salud bucodental es un indicador clave de la salud, el bienestar y la calidad de vida en general. La OMS define la salud bucodental como «un estado exento de dolor bucodental o facial crónico, cáncer de la cavidad bucal o la garganta, infección oral y anginas, periodontopatías, caries dental, pérdida de dientes y otras enfermedades y trastornos que limitan la capacidad de una persona para morder, masticar, sonreír y hablar, así como su bienestar psicosocial».1

Enfermedades y trastornos bucodentales

Las principales causas de morbilidad por enfermedades y trastornos bucodentales son siete, a saber, caries dentales, periodontopatías, cánceres bucales, manifestaciones bucodentales del VIH, traumatismos bucodentales, labio leporino y paladar hendido, y noma. Casi todas las enfermedades y afecciones son en gran medida prevenibles o tratables en sus etapas iniciales.

Según estimaciones publicadas en el estudio sobre la carga mundial de morbilidad 2016, las enfermedades bucodentales afectan a la mitad de la población mundial (3580 millones de personas) y la caries dental en dientes permanentes es el trastorno más prevalente de todos los considerados.2 Se estima que, en todo el mundo, unos 2400 millones de personas padecen caries en dientes permanentes, y 486 millones de niños sufren de caries en los dientes de leche.2

En la mayoría de los países de bajos ingresos, afectados por un constante incremento de la urbanización y los cambios en las condiciones de vida, la prevalencia de las enfermedades bucodentales sigue aumentando notablemente debido a una exposición insuficiente al flúor y un acceso deficiente a los servicios de atención primaria de salud bucodental. La comercialización generalizada de azúcares, tabaco y alcohol da lugar al creciente consumo de productos malsanos.

Caries dental

La caries dental se produce cuando la placa bacteriana que se forma en la superficie del diente convierte los azúcares libres contenidos en alimentos y bebidas en ácidos, que con el tiempo disuelven el esmalte dental y la dentina. La ingesta abundante y continua de azúcares libres, la exposición insuficiente al flúor y la falta de remoción periódica de la placa bacteriana provocan la ruptura de las estructuras dentarias, lo que propicia el desarrollo de caries y dolor, menoscaba la calidad de vida en lo que respecta a la salud bucal y, en una etapa avanzada, ocasiona pérdida de dientes e infección sistémica.

Periodontopatía

La periodontopatía afecta los tejidos que rodean y sostienen al diente. Esto a menudo se presentan como sangrado o encías hinchadas (gingivitis), dolor y, a veces, halitosis. En su forma más grave, la pérdida de la unión de las encías al diente y al hueso de soporte genera «bolsas» y aflojamiento de los dientes (periodontitis). La periodontopatía grave, que puede provocar la pérdida de dientes, fue la undécima enfermedad más prevalente a nivel mundial en 2016.2 Las principales causas de periodontopatía son la mala higiene bucal y el consumo de tabaco.3

Pérdida de dientes

La caries dental y las periodontopatías son las principales causas de la pérdida de dientes. La pérdida grave de dientes y el edentulismo total son trastornos muy extendidos y afectan especialmente a las personas mayores. La pérdida grave de dientes y el edentulismo total fueron dos de las diez principales causas de años perdidos por discapacidad (APD) en algunos países de altos ingresos, debido al envejecimiento de sus poblaciones.2

Cáncer bucal

El cáncer bucal abarca los cánceres de labio y todos los demás lugares de la cavidad bucal y la orofaringe. Se estima que, en todo el mundo, la incidencia de cáncer bucal (cánceres de labio y cavidad bucal) ajustada por edad es de cuatro casos por 100 000 personas. Sin embargo, existe una amplia variación en todo planeta: desde ningún caso registrado, hasta unos 20 casos por 100 000 personas.4 El cáncer bucal es más común entre los hombres y en personas mayores, y difiere considerablemente en función de las condiciones socioeconómicas.

En algunos países de Asia y el Pacífico, el cáncer bucal se encuentra entre los tres cánceres de mayor incidencia.4 El consumo de tabaco, alcohol y nuez de areca (betel quid) se cuentan entre las principales causas de cáncer bucal.5,6 En América del Norte y Europa, las infecciones de «alto riesgo» por el virus del papiloma humano son responsables del creciente porcentaje de cánceres orofaríngeos entre los jóvenes.6,7

Manifestaciones bucodentales de la infección por el VIH

Las manifestaciones bucodentales se producen en el 30-80% de las personas infectadas con el VIH,8 aunque con diferencias considerables en función de situaciones tales como la asequibilidad de la terapia antirretrovírica habitual.

Las manifestaciones bucodentales incluyen infecciones fúngicas, bacterianas o virales, entre las que la candidiasis bucal es la más común y suele ser el primer síntoma en las primeras fases de la enfermedad. Las lesiones bucales por el VIH causan dolor, molestias, sequedad de boca, limitaciones para comer, y son una fuente constante de infecciones oportunistas.

La detección precoz de lesiones bucales relacionadas con el VIH se puede utilizar para diagnosticar la infección con ese virus, hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad, predecir el estado inmunitario y, consiguientemente, realizar la intervención terapéutica oportuna. El tratamiento y la gestión de las lesiones bucales por el VIH pueden mejorar considerablemente la salud bucodental, la calidad de vida y el bienestar.9

Traumatismo bucodental

El traumatismo bucodental es una lesión por impacto en los dientes y/o en otro tejido duro o blando de la boca o alrededor de ella y en la cavidad bucal.10 La prevalencia mundial de las lesiones dentales traumáticas, tanto en los dientes de leche como en los permanentes, es aproximadamente del 20%.11 Los traumatismos bucodentales pueden ser el resultado de factores bucales (por ejemplo, sobremordida horizontal pronunciada); factores ambientales (por ejemplo, lugares de recreo o escuelas poco seguros); comportamientos de riesgo; y violencia.12 El tratamiento es costoso y largo, y en ocasiones puede conllevar la pérdida de dientes, lo que menoscaba el desarrollo facial y psicológico y la calidad de vida.

Noma

El noma es una enfermedad necrotizante que afecta a niños de dos a seis años afectados por malnutrición, enfermedades infecciosas y pobreza extrema, cuyos sus sistemas inmunitarios están deprimidos.

El noma es prevalente, sobre todo, en el África subsahariana, si bien se han notificado algunos casos en América Latina y Asia. Esta enfermedad comienza como una lesión de los tejidos blandos (una llaga) de las encías, en la boca. La lesión inicial evoluciona luego y se convierte en gingivitis ulcerosa necrotizante, que progresa rápidamente y destruye los tejidos blandos y, posteriormente, los tejidos duros y la piel de la cara.

En 1998 la OMS estimaba que cada año se producían 140 000 nuevos casos de noma.13 Si no se trata, el noma es mortal en el 90% de los casos. Cuando se lo detecta en una fase temprana, su evolución se puede frenar rápidamente con medidas básicas de higiene, antibióticos y rehabilitación nutricional. La detección precoz ayuda a evitar sufrimiento, discapacidad y defunción. Los supervivientes padecen desfiguración facial grave, tienen dificultades para hablar y comer, sufren estigmatización social, y necesitan cirugía compleja y rehabilitación.13

Labio leporino y paladar hendido

El labio leporino y el paladar hendido son trastornos heterogéneos que afectan a los labios y la cavidad bucal, y se presentan independientemente (70%) o como parte de un síndrome que afecta a más de uno de cada 1000 recién nacidos en todo el mundo. Si bien la predisposición genética es un factor importante respecto de las anomalías congénitas, también influyen otros factores de riesgo modificables, tales como la nutrición materna deficiente, el consumo de tabaco, el alcohol y la obesidad durante el embarazo.14 En entornos de bajos ingresos existe una elevada tasa de mortalidad en el periodo neonatal.15 Si el labio leporino y el paladar hendido se tratan debidamente mediante cirugía, es posible la rehabilitación total.

Enfermedades no transmisibles y factores de riesgo más comunes

La mayoría de las enfermedades y trastornos bucodentales comparten factores de riesgo modificables (por ejemplo, el consumo de tabaco y alcohol y las dietas malsanas ricas en azúcares libres) comunes a las cuatro principales enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes).

Además, según informes, la diabetes mellitus estaría vinculada de manera recíproca con el desarrollo y el avance de la periodontitis.16,17

Asimismo, existe un vínculo causal entre el consumo elevado de azúcar y la diabetes, la obesidad y la caries dental.

Desigualdades en materia de salud bucodental

Las desigualdades en materia de salud bucodental se deben a una amplia gama de factores biológicos, socio-comportamentales, psicosociales, sociales y políticos que en su interacción determinan «las condiciones en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen», o sea, los determinantes sociales.18

Las enfermedades bucodentales afectan desproporcionadamente a los miembros pobres y socialmente desfavorecidos de la sociedad. Existe una relación muy fuerte y coherente entre la situación socioeconómica (ingresos, ocupación y nivel de educación) y la prevalencia y gravedad de las enfermedades bucodentales. Esta asociación existe durante todo el ciclo de vida, desde la infancia hasta la vejez, y en todas las poblaciones de los países de ingresos bajos, medianos y altos. Por lo tanto, se considera que las desigualdades en materia de salud bucodental son diferencias evitables e injustas en una sociedad moderna.19

Prevención

La carga de morbilidad por enfermedades bucodentales y otras enfermedades no transmisibles se puede reducir mediante intervenciones de salud pública dirigidas a los factores de riesgo más comunes.

Esto incluye:

  • el fomento de una dieta equilibrada:
    • pobre en azúcares libres, para prevenir el desarrollo de caries dentales, la pérdida prematura de dientes y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta;
    • con una ingesta suficiente de frutas y verduras, que pueden desempeñar una función protectora en la prevención del cáncer bucal;
  • la reducción del consumo de tabaco y tabaco sin humo, incluida la mascada de nuez de areca, y el consumo de alcohol, con el fin de minimizar el riesgo de cánceres bucales, periodontopatías y pérdidas de dientes; y
  • el fomento del uso de equipo de protección para la práctica de deportes y los desplazamientos en vehículos motorizados, con el fin de reducir el riesgo de traumatismos faciales.

Además de los factores de riesgo más comunes de enfermedades no transmisibles, la exposición insuficiente al flúor y algunos de los determinantes sociales de la salud se deberán analizar con el fin de prevenir enfermedades bucodentales y reducir las desigualdades en materia de salud.

La caries dental se puede prevenir en gran medida mediante el mantenimiento de un nivel bajo y constante de flúor en la cavidad bucal. El flúor se puede obtener de manera óptima a través de diversas fuentes, entre ellas el agua potable, la sal, la leche y el dentífrico fluorados. Se debería alentar el cepillado con dentífrico fluorado (1000 a 1500 ppm) dos veces al día.20 A largo plazo, la exposición a un nivel óptimo de flúor determina niveles sustancialmente más bajos de incidencia y prevalencia de caries dental a cualquier edad.21

Para reducir las desigualdades en materia de salud bucodental se deben abordar los determinantes sociales en general, mediante una serie de políticas complementarias preliminares, intermedias y finales integradas, por ejemplo: fluoración del agua, reglamentación de la comercialización y promoción de alimentos azucarados para niños, e impuestos a las bebidas endulzadas con azúcar. Además, el fomento de entornos saludables, por ejemplo, ciudades y lugares de trabajo saludables, así como de escuelas que promuevan la salud, es crucial para crear entornos generales que propicien la salud bucodental.

Sistema de salud y cobertura sanitaria universal (CSU)

La distribución desigual de los profesionales de la salud bucodental y la falta de centros de salud apropiados en la mayoría de los países implica que el acceso a los servicios de atención primaria de salud bucodental es generalmente bajo. La cobertura general de servicios de salud bucodental para adultos con necesidades varía entre el 35% en los países de bajos ingresos, el 60% en los países de ingresos bajos y medianos, el 75% en los países de ingresos medianos altos y el 82% en los países de altos ingresos.22 Las demandas de servicios de salud bucodental rebasan las capacidades de los sistemas de salud en la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos. Debido a esto, una elevada proporción de enfermedades bucales no se tratan y, consiguientemente, muchos pacientes no pueden satisfacer sus necesidades de tratamiento. Además, incluso en entornos de altos ingresos, el tratamiento odontológico es costoso y representa una media del 5% del gasto total en salud23 y el 20% de los gastos directos de los pacientes.24

La OMS define la CSU como el mecanismo por el cual «todas las personas y las comunidades reciben los servicios de salud que necesitan sin incurrir en dificultades financieras».25 Sobre la base de esta definición existen tres áreas cruciales para alcanzar la cobertura sanitaria universal:

1.            servicios de salud bucodental esenciales integrados;

2.            profesionales de salud bucodental orientados a las necesidades de salud de la población y los determinantes sociales de la salud;

3.            protección financiera y ampliación del espacio fiscal para la atención de salud bucodental.26

Respuesta de la OMS

Las soluciones de salud pública para las enfermedades bucales son más eficaces cuando están integradas con aquellas destinadas a otras enfermedades no transmisibles y con los programas nacionales de salud pública. El Programa Mundial de la OMS sobre Salud Bucodental armoniza sus actividades con la agenda mundial relativa a las enfermedades no transmisibles y la Declaración de Shangai sobre la Promoción de la Salud en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.27

El Programa Mundial de la OMS sobre Salud Bucodental ayuda a los Estados Miembros a:

  • desarrollar y divulgar materiales de promoción sólidos que fortalezcan el compromiso de las instancias normativas y otras partes interesadas a escala mundial, con la salud bucodental;
  • crear capacidad y prestar asistencia técnica a los países para respaldar un enfoque de todo el ciclo de vida, y estrategias basadas en la población en lo que concierne a la reducción del consumo de azúcar, el control del consumo de tabaco y la promoción de dentífricos fluorados y otros medios de administración de flúor, con particular atención a los grupos de población desfavorecidos y pobres;
  • respaldar el fortalecimiento de los sistemas de salud bucodental con un enfoque de atención sanitaria basado en la persona, como parte de la atención primaria de salud;
  • fortalecer los sistemas de información sobre salud bucodental y la vigilancia integrada de otras enfermedades no transmisibles, a fin de demostrar la magnitud y el impacto del problema y realizar un seguimiento de los progresos alcanzados en los países.

 Referencias

 

1.            World Health Organization. World Oral Health Report 2003. Published 2003. Accessed 15 February, 2018.

2.            GBD 2016 Disease and Injury Incidence and Prevalence Collaborators. Global, regional, and national incidence, prevalence, and years lived with disability for 328 diseases and injuries for 195 countries, 1990-2016: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2016. Lancet. 2017;390(10100):1211-1259.

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4.            Ferlay J EM, Lam F, Colombet M, Mery L, Piñeros M, Znaor A, Soerjomataram I, Bray F. Global Cancer Observatory: Cancer Today. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer. Published 2018. Accessed 14 September, 2018.

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7.            Mehanna H, Beech T, Nicholson T, et al. Prevalence of human papillomavirus in oropharyngeal and nonoropharyngeal head and neck cancer--systematic review and meta-analysis of trends by time and region. Head Neck. 2013;35(5):747-755.

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27.          World Health Organization. Shanghai Declaration on promoting health in the 2030 Agenda for Sustainable Development. Published 2016. Accessed 20 September, 2018.

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