Las enfermedades no transmisibles (ENT) son reconocidas actualmente como un desafío mayor para la salud y el desarrollo humano sostenible en el siglo XXI. Las ENT son la principal causa de muerte y discapacidad

en todo el mundo, responsables del 70% de la mortalidad global 1

. Se prevé que esta cifra alcance el 74% en 20302 , lo que supone un fuerte y creciente impacto en la seguridad sanitaria y económica de todos los

países. Cada vez más, son los países de ingresos bajos y medianos (PIBM) y las poblaciones más pobres y vulnerables las más afectadas por estas enfermedades, en gran medida prevenibles.

La   respuesta   mundial   contra   las   ENT   se   ha enfocado   en   cuatro   enfermedades   principales: las  cardiovasculares,  el  cáncer,  la  diabetes  y  las enfermedades  respiratorias  crónicas;  y  en  cuatro factores de riesgo: el consumo de tabaco, las dietas

poco  saludables,  la  inactividad  física  y  el  consumo nocivo de alcohol; identificados por la Organización Mundial  de  la  Salud  (OMS)  y  las  Naciones  Unidas (ONU) como los responsables de generar la mayor carga. Sin embargo, existe una serie de enfermedades y afecciones, como las enfermedades bucodentales,

los trastornos mentales y neurológicos, los trastornos autoinmunes  tales  como  la  psoriasis,  condiciones óseas y articulares como la osteoporosis y la artritis, y las enfermedades renales, oculares y del oído que están vinculadas a las cuatro ENT más prominentes.

Impulsadas por factores de riesgo similares, junto a  los  cambios  demográficos,  incluyendo  la  rápida urbanización  y  el  envejecimiento  de  la  población, estas  enfermedades  están  estrechamente  interconectadas.  A  menudo,  cuando  dos  o  más  ENT  se manifiestan en el mismo individuo, se las denomina

comorbilidades  de  las  ENT.  Éstas  pueden  ocurrir porque  las  enfermedades  comparten  los  mismos factores de riesgo, o porque algunas enfermedades predisponen  a  las  personas  a  desarrollar  otras.  Como    resultado,    estas    condiciones    pueden beneficiarse de una respuesta integral e integrada.

Este  informe  de  políticas  resalta  los  vínculos  entre las  enfermedades  bucodentales  y  las  ENT,  y  ofrece recomendaciones para su prevención y control.

Vea el archivo completo (PDF)

Fuente: fdiworlddental.org