En busca de la sonrisa perfecta
May 26 de 2018 0
Unos hermosos dientes blancos y perfectamente alineados pueden convertirse en su bien más preciado, pues con ellos asegurará una hermosa sonrisa que le permitirá desde proyectar seguridad y hacer amigos hasta cerrar un negocio o simplemente destacar positivamente.
Un interés que, a criterio de la psicóloga Andrea Peñaherrera, está en el “imaginario social de las personas, quienes tienen presente la idea de que como te ven te tratan”.
Se trata de un boom cosmético que se evidencia en el gran número de consultorios, centros odontológicos, publicidad en las redes y promociones que se ofrecen en la ciudad.
Pues solo a lo largo de la avenida San Jorge es posible contabilizar aproximadamente 50 de estos sitios. “La guía y asesoría especializada, así como certificar la calidad y origen del producto son esenciales para cuidar una inversión personal que puede ser muy onerosa”, dice la odontóloga Johanna Alarcón, especialista en rehabilitación e implantes.
Y es que presumir de una sonrisa perfecta puede costar miles de dólares, un alto costo, aunque si se consideran los beneficios la inversión podría estar muy bien justificada. Y por eso, el mundo odontológico cada vez ofrece más opciones y posibilidades de financiamiento, con un plazo de varios meses.
Los blanqueamientos y las carillas para devolver la forma a dientes gastados o rotos, además de la ortodoncia, siguen siendo el boom de los últimos cinco años, pues según los odontólogos consultados la demanda ha aumentado en un 40 %, siendo las mujeres quienes recurren mayormente a estos tratamientos estéticos. “De todos mis pacientes, el 70 % son mujeres”, comenta la ortodoncista Daniela Benites.
Asimismo, las modernas técnicas de estética dental, seguras y sin dolor, han permitido que el miedo a acudir al odontólogo disminuya y que cada vez se multiplique el número de personas que acuden al especialista con el afán de hacer realidad su sueño: poseer una sonrisa de estrella de cine. A continuación, los principales tratamientos:
Salud bucal
La odontóloga clínica Betsy Endara señala que el primer paso para tener una sonrisa perfecta y saludable es eliminar cualquier vestigio de halitosis (mal aliento) mediante una profilaxis o limpieza bucal. En caso de haber sarro, se utilizará ultrasonido para desprenderlo. Las caries, una pieza dentaria faltante, prótesis rotas o un implante mal colocado también pueden afectar el aliento.
Además, reconoce la experta que la halitosis es un problema mundial, pues según un estudio del Hospital Centro Médico Teknon de Barcelona, el 60 % de la población lo padece por una incorrecta higiene; un 17 % por problemas respiratorios, digestivos o sistémicos; y el 23 % restante “por una autopercepción equivocada”.
Blanqueamiento sin excesos
Si tiene 18 años es el candidato ideal para someterse a un blanqueamiento dental, tratamiento que le permitirá aclarar moderadamente el tono natural de sus dientes. Pero no es mágico. Si sus dientes están amarillentos por el consumo de cigarrillo o la ingesta de antibióticos, es muy poco lo que se puede lograr, alerta Endara. Tampoco exagere en su uso (máximo una vez al año) y siempre póngase en manos experimentadas para evitar quemaduras, alteraciones en la mucosa o sensibilidad dental, entre otros efectos secundarios. Son dos los tipos de blanqueamiento:
1. En el consultorio: El profesional aplica peróxido de carbamida (sustancia que estimula el aclaramiento de los dientes), seguido de luz halógena o láser, junto al uso de barreras gingivales que aíslan los tejidos junto a los dientes que serán blanqueados. La sesión tarda cerca de una hora.
2. En casa: Se realiza con una menor cantidad de peróxido de carbamida. El médico elabora una impresión de la forma de la dentadura y con ella elabora cubetas en las que el paciente con una jeringuilla dispensa la cantidad prescrita de peróxido. En ambos casos, para conservar los resultados debe evitar fumar y el consumo de alimentos con mucho colorante, como el té, café, vino tinto y achiote.
Ortodoncia: mejor apariencia
Al recolocar dientes montados, apiñados o torcidos... además del beneficio estético está el funcional. “Cuando los dientes no están bien alineados, la parte superior de la boca (maxilar superior) no encaja bien con la inferior (la mandíbula) y esto además de provocar mala mordida y oclusión, a largo plazo puede provocar dolores de cuello y cefaleas”, explica el ortodoncista Julio Rosero, director de Titulación de la Universidad de Guayaquil, quien aconseja iniciar este tratamiento a los 12 años. Eso sí, una radiografía panorámica, un diagnóstico cefalométrico y rayos X son parte de las revisiones previas. Aquí los tipos de ortodoncia:
1: Fija: Hace referencia a la ortodoncia más conocida, pero menos estética: los brackets que se cementan sobre la parte frontal de los dientes y permanecen conectados ya sea por un arco de titanio, de litio o de porcelana y zafiro. La desventaja de los zafiros, según Benites, es que pueden teñirse y romperse ante un movimiento fuerte.
2: Lingual: Se ubica en la parte posterior de los dientes y tiene contacto con la lengua. Está indicada, sobre todo, cuando la incorrecta posición de los dientes no es muy drástica, dice la doctora Soledad García.
3: Invisible: Es la opción más estética y rápida (aprox. 10 meses). Se utilizan retenedores transparentes Aligners, diseñados en Estados Unidos, explica Antonio Ledergerber, máster en Alineadores Invisibles. Radiografías, escaneos e impresiones digitales de los dientes son tomados y enviados al extranjero, donde confeccionan las placas que se utilizarán durante el tratamiento, y que son enviadas con sus respectivas indicaciones y tiempo de uso.
Cuidados
Una vez que termina la ortodoncia, García aconseja el uso de retenedores (placas de acrílico), pues al tener los dientes una fibra dentaria con memoria, estos lograrán que el trabajo obtenido con los brackets no retroceda. “Se deben cambiar cada 6 meses y solo deben ser retirados para comer. Así se evita que adquieran mal olor o se tiñan por los colorantes”, explica Rosero. Otra opción que evita un retroceso en el tratamiento es el uso de retenedores fijos, los cuales se fijan detrás de los dientes y no son retirados.
Implante para completar las piezas
¿Qué hacer cuando se pierde totalmente una pieza dental a causa de una caries, traumatismo o enfermedad periodontal? Para su remplazo, Jacobo Rosero, odontólogo especializado en rehabilitación oral, responde que la mejor opción es recurrir al uso de los implantes y prótesis, que sustituirán la raíz y el diente faltante mediante un proceso quirúrgico.
Esta sustitución dentaria, a criterio de la Dra. Johanna Alarcón, es fundamental para la salud bucodental porque además de mejorar la estética, beneficia la funcionalidad y masticación. La edad ideal para someterse a este tratamiento es después de los 18 años, porque entonces finaliza el crecimiento óseo y de las estructuras blandas. Su resultado durará entre 15 y 25 años, si el especialista utilizó los materiales correctos y el paciente sigue los cuidados debidos.
¿Pero en qué consiste la cirugía? El doctor Silva detalla que lo primero que el especialista realiza es colocar el implante, similar a un tornillo hecho de titanio (material biocompatible con el ser humano), junto al hueso sobre el que se asentará el diente ‘nuevo’. Al sustituir la raíz con este, se deberá colocar sobre él una prótesis provisional (que simule el diente) los siguientes tres meses, hasta corroborar que “se generó la integración del hueso con el implante”, precisa Alarcón. Si no existe ningún inconveniente pasado el tiempo estipulado, el especialista procederá a colocar la prótesis definitiva hecha de acrílico, porcelana o metal. Para los dientes anteriores (frontales), Rosero recomienda las de acrílico al ser más estéticas; y para los posteriores, las metálicas al estar menos expuestas. Los especialistas aclaran que la colocación de prótesis e implantes, al ser una cirugía, “en algunos pacientes puede generar dolor, hinchazón y molestias los primeros días, al existir un cuerpo extraño en el área, pero lo importante es seguir las recomendaciones médicas y mantener una limpieza óptima que disminuya los riesgos de una infección”, puntualiza Rosero.
Diseño de sonrisa
Una de las estrategias más usadas en la odontología cosmética ante unos dientes amarillos o de inadecuado tamaño, es el uso de las carillas o coronas en las piezas dentales. Es el rehabilitador oral el especialista encargado de realizar este ‘diseño de sonrisas’ con cualquiera de estas opciones, dependiendo de su necesidad.
Carillas: Estas finas láminas de porcelana o resina compuesta se adhieren exclusivamente en la parte frontal, principalmente de los ocho dientes delanteros (de premolar a premolar), para modificar visualmente su color, forma y brillo. Su tiempo promedio de vida es de 8 a 10 años. La porcelana cuenta con un mejor resultado estético, estabilidad del color, resistencia y durabilidad, en comparación a la resina.
Corona: Además de ser una opción que implica una cirugía que mejora la estética de los dientes, su uso también puede ayudar a la funcionalidad de la mordida. “La corona se coloca alrededor del diente original (mediante su desgaste), o de ser necesario sobre un implante”, aclara Silva. Las hay de porcelana pura, que se utiliza en los dientes anteriores (frontales); la metal-porcelana, que generalmente se coloca en los molares, al estar compuesta internamente por metal y recubierta de porcelana; y la de zirconio-porcelana, técnica de mayor resistencia y resultados estéticos muy similares a las piezas reales.
Mucha encía se quita con cirugía
Si al sonreír se le nota exageradamente la encía superior, entonces usted posee una sonrisa gingival. El doctor Roberto Ledergerber (especialista en microcirugía plástica periodontal) señala que una de sus causas es el exceso vertical del hueso maxilar, anomalía que requiere una cirugía de ‘impactación maxilar’, con la cual se procede a cortar el hueso y se compacta (se sube) para que el labio pueda descender. La segunda opción es la gingivectomía, cirugía con la que se retira el exceso de encía, logrando una armonía o equilibrio visual de la dentadura.
Más tecno
-El diseño computarizado en 3D de todos los tratamientos antes de su desarrollo permite conocer en las primeras consultas el resultado final a obtener.
-La microcirugía dental es el nuevo avance quirúrgico basado en el uso de lentes (que simulan un microscopio) que permiten visualizar con más detalle el área, junto al uso de pequeños instrumentos. Entre sus beneficios están la realización de suturas más precisas, un menor corte del área, menos sangrado y una cicatrización más rápida.
Fuente: expreso.ec
