Poca gente sabe que el esmalte de los dientes es el tejido duro más resistente del organismo. La razón es que está formado en un 96 por ciento por minerales como la hidroxiapatita. Esto no evita que pueda dañarse en determinadas circunstancias. “Las causas pueden ser de dos tipos: mecánicas o químicas. Entre las primeras, la más común es la llamada abrasión, cuyo origen normalmente se encuentra en un cepillado incorrecto o compulsivo, bien por una técnica inadecuada, bien por un cepillo excesivamente duro e inapropiado”, explica Óscar Castro, médico estomatólogo y odontólogo que preside el Consejo General de Dentistas de España.

Entre las causas químicas, la más importante es el efecto que tiene el consumo excesivo de bebidas azucaradas. La toma de alimentos ácidos (limón, naranja y pomelo) de forma abusiva, así como los vómitos frecuentes (por trastornos de la conducta alimentaria como la bulimia o en determinados embarazos) son otros motivos químicos que provocan daño en el esmalte. La explicación es que el pH ácido de estas sustancias desgasta la superficie de los dientes.

Enfermedades bucodentales que agreden el esmalte

Las dos principales patologías que afectan a esta cubierta o tejido son “la hipoplasia del esmalte, debida a causas ambientales (determinadas enfermedades de la infancia como el sarampión o la varicela, o un exceso de flúor ingerido), y la amelogénesis imperfecta, originada por factores hereditarios. Tanto en un caso como en otro se altera la normal formación y disposición del esmalte, modificando su estructura”, cita Castro.

Héctor J. Rodríguez Casanovas, patrono de la Fundación SEPA y periodoncista en Las Palmas de Gran Canaria, apunta que “la hipoplasia también puede estar provocada por malnutrición, infección o fiebre durante la formación del diente. A veces, los medicamentos podrían afectar a los dientes que estaban en desarrollo”.

Asimismo, Francisco Vijande y Paula Matesanz -ambos periodoncistas y vocales de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA)- cuentan que “hay una enfermedad bucodental que agrede de manera clara el esmalte de los dientes: la caries. Igualmente, el bruxismo o rechinamiento dentario también puede provocar una pérdida de esmalte dental. Por otra parte, las alteraciones digestivas que cursan con reflujo gastroesofágico o los problemas alimentarios que causan vómitos frecuentes también pueden favorecer este daño”.

¿Cómo proteger el esmalte dental?

Vijande y Matesanz comentan que es posible proteger el esmalte dental utilizando pastas dentífricas con flúor y evitando el consumo excesivo de sustancias y bebidas ácidas que descalcifican los dientes, como las carbonatadas, por ejemplo. Al respecto, Castro indica que si no se es capaz de evitar totalmente este tipo de bebidas, conviene limitarlas al máximo.

“No podemos olvidar lavar los dientes adecuadamente con un cepillo de filamentos suaves, haciendo movimientos circulares durante 2 minutos. Los dientes de leche hay que cepillarlos desde que aparecen en la boca, ya que su buena salud ayudará a protegen los dientes definitivos”, añade Rodríguez Cánovas.

Debido al descenso del pH durante la ingesta de alimentos o bebidas especialmente carbonatadas o frutas ácidas, “es aconsejable cepillar los dientes pasados al menos 30 minutos porque al estar el esmalte más blando el efecto mecánico del cepillado puede desgastarlo con más facilidad. Al esperar este tiempo se produce un equilibrado del pH oral siendo más básico y, por tanto, menos agresivo”, señalan los expertos de la SEPA.

Existen otras medidas para casos concretos. “En las fisuras de los molares, el dentista podrá recomendar protegerlas con un sellador. En otros casos, la pérdida del esmalte puede deberse a una oclusión incorrecta. En definitiva, solo a través de unas revisiones periódicas con su dentista se podrán prevenir estas alteraciones del esmalte en los pacientes, o en caso de estar presentes, recibir el oportuno tratamiento”.

¿Hay alimentos que fortalecen o embellecen?

“Desgraciadamente no existen alimentos que fortalezcan el esmalte. Se trata de una estructura muy sofisticada, eminentemente mineral y con una disposición en cristales. La importancia de tomar lácteos para fortalecer los dientes no tiene ninguna base científica. Por eso es tan importante prevenir posibles lesiones en el esmalte, como las que hemos comentado. La prevención, hoy por hoy, es la mejor manera de protegernos”, concluye el presidente del Consejo General de Dentistas de España.

No obstante, los vocales de la SEPA sugieren la necesidad de llevar una dieta equilibrada en calcio durante la fase de desarrollo infantil para la adecuada formación de los dientes y huesos.

Fuente: Cuidate+