¿Los enjuagues bucales con antisépticos pueden desempeñar un papel preventivo en la transmisión de la COVID-19?

Jul 28 de 2020 0

Las investigaciones realizadas desde el inicio de la pandemia provocada por la COVID-19 señalan que la boca, junto con la nariz y los ojos, es una puerta de entrada y salida del SARS-CoV-2, teniendo un papel relevante en su transmisión y patogenicidad. Por tanto, y debido a la rapidez de propagación de esta enfermedad, es importante tomar conciencia de la importancia que tiene una higiene bucal diaria y frecuente.

Recientemente, los investigadores del Grupo de Investigación de Etiología y Tratamiento de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias (ETEP) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Mariano Sanz, David Herrera, Jorge Serrano y Silvia Roldán, han llevado a cabo un análisis de la literatura científica (hasta el 30 de abril de 2020) centrado en SARS-CoV-2, COVID-19, cavidad oral y agentes antimicrobianos. Su objetivo era evaluar la importancia de la cavidad oral y el posible impacto del uso de antisépticos orales para reducir la transmisión y la patogenicidad del SARS-CoV-2.

Los resultados, que se recogen en el artículo titulado Is the oral cavity relevant in SARS-CoV2 pandemic? publicado en la revista Clinical Oral Investigations, apuntan a que “el uso de colutorios antisépticos bucales con povidona-yodo o cloruro de cepilpiridino (CPC) podrían ayudar a reducir la severidad de la COVID-19 y el riesgo de transmisión mediante un descenso de la carga viral en la boca en los individuos infectados”.

La cavidad oral como puerta de entrada

La investigación científica ha demostrado que la infectividad del SARS-CoV-2 depende de su capacidad para entrar en las células a través de la proteína ACE2 (principal receptor y portal de entrada del virus a la célula), que, además de en pulmones, intestinos, corazón y riñones, recientemente se ha evidenciado que está presente de forma elevada en diferentes mucosas de la cavidad oral, especialmente en la mucosa de la lengua.

Por tanto, y dado que la cavidad oral es una de las primeras interfaces entre el exterior y el cuerpo, “existe -se apunta en el análisis- una gran posibilidad de que esta vía de colonización e infección viral sea crítica para la aparición de la COVID-19”.

Los investigadores señalan que “aparentemente, en los primeros 10 días después de la transmisión, cuando el paciente generalmente permanece asintomático -pero es altamente contagioso- el virus se acumula en la mucosa nasal, oral y faríngea, y solo más tarde se acumulará más en los pulmones. Además, también se ha demostrado que el número de receptores ACE2 en las glándulas salivales es mayor que en los pulmones, lo que ha sugerido que podría ser un área de reserva para el SARS-CoV-2 en pacientes asintomáticos”. Ese mantenimiento del virus en la cavidad bucal es el que facilita la transmisión de persona a persona, a través de las pequeñas gotas que puede emitir una persona infectada al hablar, toser, exhalar, etc.

En el análisis de la literatura científica realizado por los investigadores de la ETEP también se indica que este posible papel de la cavidad bucal tanto como portal de entrada del virus en el cuerpo como reservorio del virus puede verse afectado en dos niveles:

– Al disminuir la carga viral SARS-CoV-2 que se ha asociado con una gravedad reducida de COVID-19.

– Al disminuir la carga viral, la cantidad de virus expulsado por el portador podría reducirse temporalmente y, por lo tanto, el riesgo de transmisión será menor.

El papel preventivo de los antisépticos orales

Como se señalan anteriormente, la investigación realizada por los miembros del Grupo de Investigación de Etiología y Tratamiento de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias de la UCM se ha centrado en analizar la evidencia científica disponible sobre el efecto que puede tener sobre determinados tipos de virus el uso de colutorios con, entre otros, cloruro de cetilpiridinio (CPC), clorhexidina, soluciones de povidona yodada y peróxido de hidrógeno.

Las conclusiones que se derivan del análisis realizado son, principalmente, dos:

– “Las recomendaciones de diferentes autoridades sanitarias en diferentes países del mundo indican la necesidad de realizar un enjuague previo al procedimiento con agentes antisépticos en entornos clínicos dentales, tanto durante como después del período pandémico. Los agentes recomendados con mayor frecuencia son povidona yodada, peróxido del hidrógeno y cloruro de cetilpiridinio, aunque el respaldo científico detrás de estas recomendaciones aún es débil y se deriva principalmente de evidencia indirecta”.

– “La información presentada en esta revisión narrativa respalda el uso de enjuagues bucales antisépticos, tanto como un solo uso previo al procedimiento y como un uso diario durante un periodo limitado de tiempo, para impactar la transmisión y/o patogenicidad del SARS-CoV-2, ya que han demostrado que reducen la carga viral oral, y, por lo tanto, pueden reducir la gravedad de la enfermedad en un sujeto infectado y pueden reducir el riesgo de transmisión, al reducir la carga viral en aerosoles, expulsados durante procedimientos dentales o en gotas generadas al respirar, hablar, estornudar, toser, etc. Sin embargo, estas recomendaciones deben validarse con ensayos clínicos bien diseñados que evalúen su eficacia”.

Ficha técnica

Título: Is the oral cavity relevant in SARS-CoV-2 pandemic?

Autores: David Herrera, Jorge Serrano, Silvia Roldán, Mariano Sanz. Miembros del Grupo de Investigación de Etiología y Tratamiento de las Enfermedades Periodontales y Periimplantarias (ETP) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)

Revista: Clinical Oral Investigations

Fuete: globalimplants.es

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