El estrés es capaz de provocar efectos negativos en el organismo, y también en la boca. Sí, tiene relación con la salud bucodental, comenzando por la posibilidad de incrementar el riesgo de caries al generar mayor acidez en la saliva, lo que afecta el esmalte.

Un estudio de Cinfasalud, avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), indica que en el último año nueve de cada diez personas en España han sentido episodios de estrés y cuatro de cada diez lo ha hecho de manera frecuente o continuada.

El estrés también puede causar que los dientes sufran y esto debe ser explorado por el dentista. Si hay alguna incomodidad es vital acudir al médico porque la boca puede tener también complicaciones.

Otro problema que pude surgir o acentuarse es el bruxismo. Esta afección bucal se da, en la gran parte de veces, al apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria, generalmente cuando se duerme.

Además, algunas personas con estrés suelen tener llagas en la boca, no comen correctamente. Son problemas que el dentista debe explorar antes de que el problema sea algo más grave.

El estrés también puede provocar la disfunción de la articulación temporomandíbular. Se aprietan los músculos de los dientes y de la mandíbula de forma inconsciente, lo cual no es nada bueno.

Cuando hay estrés, lo primero que se debe buscar es controlarlo, para evitar que cause los problemas ya conocidos en el cuerpo y la boca. Pero no dejar para luego una visita al dentista para que confirme que todo está bien.

Fuente: dentistaentuciudad.com