El hígado de ternera, el mayor enemigo de la caries

Nov 22 de 2019 0
La buena higiene y la alimentación influyen en la salud dental de nuestros hijos

 

Siempre hemos escuchado que para evitar las caries debemos limpiarnos mucho los dientes y comer cero chuches. Nada de esto ha cambiado, lo siento pero las chuches y la buena higiene no son negociables.

Aún así cuantas veces nos encontramos los dentistas con escenas tan surrealistas como esta: dos hermanos. 1 de ellos se limpia tres veces al día, no come chuches más que en días superseñalados y aún así tiene más de 4 caries en la revisión. Sus padres dicen: “madre mía pues si este tiene cuatro, espérate a ver a su hermano que siempre estamos riñendo con él porque no se limpia y no hay manera de que deje las chuches…” Miras la boca del hermano “rebelde” y ¡¡sorpresa!! Ni una caries. Es lo más injusto del mundo para ambos hermanos. El que lo ha hecho todo bien hasta entonces, ve que cuidarse no le sirve. Se desmotiva y tenemos que rezar para que no se eche al azúcar y a la mala higiene… El hermano que no tiene buenos hábitos, se crece hasta límites insospechados y será un trabajo difícil reconducir esa situación en el futuro.

Situaciones como esta nos hacen ver que hay más factores que influyen en la caries. Si solo estuviesen implicados la higiene y el azúcar, estas situaciones tan incómodas como injustas no se darían”. La predisposición genética” nos decían en la universidad. Era algo inmutable. Te toca o no te toca. Que es como decir,” ya se hizo el reparto en su día. No hay nada que hacer. Apechuga con lo que tienes”.

Pero esto señoras y señores, se ha acabado. Se ha acabado porque sí que podemos mejorar la salud de nuestros dientes. Aunque hasta ahora hayamos creído que tenemos dientes de mala calidad, podemos mejorar su resistencia ante las caries simplemente introduciendo ciertos alimentos en nuestra dieta.

¿Cuántos de vosotros recuerda la serie Érase una vez el cuerpo humano? ¿Os acordáis de los glóbulos blancos? Aquellos que eran como la policía y nos protegían de los ataques de las bacterias y virus. Estos leucocitos (glóbulos blancos) circulan por la sangre y recorren todo el cuerpo. Cuando hay un ataque de agentes externos como bacterias o virus, el cerebro manda una señal a estas células-policías para que se dirijan al lugar del cuerpo donde ha sucedido el ataque.

La caries es un proceso infeccioso producido por un desequilibrio en la boca. La ausencia de ciertas vitaminas disminuye la capacidad de protegerse del diente. Algunas bacterias producen ácidos que debilitan las diferentes capas del diente. Si conseguimos aumentar los policías dentales para hacer frente a las bacterias la caries no progresará.

El diente tiene tres capas: la más externa es el esmalte y es casi mineral en su totalidad (96 % de su composición es tan duro como una piedra), pero la siguiente capa, la dentina, tiene más porcentaje de células vivas (70 % piedra, 30% células vivas). Algunas de ellas, los odontoblastos son como albañiles que construyen una barrera más duras de colágeno ante el ataque de los ácidos producidos por las bacterias que se comen el diente en la caries. Sería deseable que tengamos muchos albañiles y en buen estado. La capa más interna es la pulpa dentaria (ampliamente conocida por “el nervio”). La pulpa es 90% orgánica y recibe riego sanguíneo de resto del cuerpo. Los glóbulos blancos vendrán hasta el diente a través de la pulpa.

Hay ciertos alimentos que nos ayudarán a que tengamos más policías y albañiles dentales. Vamos a comenzar por explicar las vitaminas que necesitamos para formar más glóbulos blancos (policías) y que los albañiles (odontoblastos) formen nuevas capas de diente más fuerte y parar el progreso de las caries incipientes. Y para finalizar haremos una lista de los alimentos que contienen estas maravillosas vitaminas.

Por un lado necesitamos la vitamina A, vitamina D y el calcio. La vitamina A la encontramos en lácteos (leche, mantequilla, queso), en vegetales como zanahoria, brócoli, espinaca, melón, albaricoque y mango. También en carne de ternera, pavo, pollo o pescado. La vitamina D también se encuentra en aguacate, huevos, setas, hígado de ternera y aceite de hígado de bacalao. Por supuesto que también nos la da el sol. El calcio lo obtenemos aparte de en los alimentos ya mencionados en legumbres, frutos secos, pescado y marisco. Pero ninguna de estas vitaminas se depositará en los dientes si falta el ingrediente estrella…la vitamina K2.

Los humanos no sintetizamos la vitamina K2, solo tenemos su precursora, la vitamina K1. Los animales también tienen la vitamina K1 pero el ganado que pasta hierba, mediante el proceso de fotosíntesis convierte la K1 en K2. Por ello encontraremos la vitamina K2 en la carne y lácteos de animales que han comido hierba fresca, pasto, no en los que se alimentan de pienso.

Resumiendo, si añadimos de forma consciente estos alimentos a nuestra dieta y las combinamos con una buena higiene estaremos mejorando la capacidad de nuestros dientes para hacer frente las caries. Si ya tenemos muchas caries puede que necesitemos un aporte extra de vitaminas y minerales a modo de suplemento siempre supervisado por nuestro pediatra.

Fuente:elpais.com/

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