Dentix ha entrado en la UCI financiera. Según aseguran distintas fuentes, la cadena de clínicas dentales ha solicitado el conocido como 5 Bis o concurso voluntario de acreedores, una medida para evitar que proveedores, empleados o bancos a los que les debe dinero instaran la quiebra en los juzgados. La petición por parte de Ángel Lorenzo Muriel se produce en medio del lanzamiento de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para 3.200 empleados, con el fin de que el Estado se hiciera cargo de las nóminas de la plantilla.

Fuentes financieras indican que Dentix tiene un pasivo de 160 millones de euros. De esta cantidad, 120 se corresponden con un crédito concedido por KKR, el fondo estadounidense que ya en diciembre de 2019 aportó otros 20 millones para evitar que se ahogara la compañía. Dentix paga un tipo de interés medio del 8,5% por esta financiación, que en el mercado se considera de alto riesgo. Los 20 millones restantes son líneas de 'confirming' otorgadas por BBVA.

El propio KKR intentó quedarse con Dentix el pasado mes de enero mediante un canje de deuda por capital. Pero, tras realizar un análisis detallado de las cuentas y del balance de la compañía, el equipo español del fondo descubrió un desfase de 40 millones de euros. Ante este agujero, KKR desistió de comprar la cadena de clínicas dentales, que dejó de pagar a proveedores a finales de enero.

Posteriormente, Advent, el fondo de capital riesgo propiedad de Vitaldent, negoció la compra del negocio español de Dentix. Pero las conversaciones, que han estado en marcha hasta hace unas semanas, tampoco han cuajado y Vitaldent se ha retirado del proceso pese a que fuentes oficiales de Dentix aseguraban esta semana que seguían en la mesa. La compañía tampoco ha abonado las nóminas del mes de marzo a los trabajadores y se desconoce si su ERTE ha sido aprobado por el Ministerio de Trabajo.

Advent negoció la compra del negocio de Dentix, pero las conversaciones no han cuajado y Vitaldent también ha decidido retirarse del proceso

Ante esta situación de inviabilidad, Muriel ha decidido acogerse al artículo 5 Bis como medida de protección con el fin de ganar tiempo para negociar un acuerdo con los acreedores, como establece la ley concursal. Ahora, Dentix dispone en la práctica de cuatro meses para encontrar una solución, porque la ley concede tres meses a la empresa para lograr el acuerdo con los acreedores y, una vez finalizado ese periodo y si no se logra el convenio, la empresa insolvente tiene otro mes más para presentar al juzgado la solicitud de declaración de concurso.

Operaciones familiares sospechosas

Otras fuentes indican que Dentix, además de los 160 millones que debe a KKR y BBVA, tiene créditos cruzados con empresas familiares, como la sociedad holandesa que actúa como matriz de Denitx y Laboratorios de Prótesis Dental Alchi, propiedad de su padre y que actúa como suministrador de piezas dentales a la compañía.

Por otra parte, Dentix tiene concedidos unos 250 millones de euros a clientes para abonar sus facturas a través de cuatro financieras de préstamos al consumo. En concreto, Cetelem, Abanca, BBVA y Pepper Money, una compañía propiedad del mismo KKR. Por tanto, miles de clientes se van a quedar previsiblemente con la deuda y sin el servicio que habían contratado, como ocurrió con iDental, cuando quebró en 2018.

El problema, según estas fuentes, es que la morosidad de estos créditos, por los que los clientes abonan un interés superior al 8%, se ha disparado por encima del 25%. Otras fuentes indican que los impagos llegan al 30%, una tasa de mora muy elevada que pone en serias dificultades el circulante de la compañía. Si Dentix no ingresa el dinero de sus operaciones dentales, la empresa no puede afrontar por su parte los 160 millones que adeuda a KKR y a BBVA, motivo por el cual ha solicitado el preconcurso de acreedores.

Fuente: elconfidencial.com