Cómo prevenir la apnea del sueño en bebés

Jul 04 de 2018 0
La apnea del sueño en bebés y niños puede ser más común de lo que parece

Las causas están relacionadas a una obstrucción o estrechamiento de las vía respiratoria superior, otro de los factores está relacionado a que el niño tenga falta del crecimiento adecuado del maxilar superior o la mandíbula.

Los estímulos funcionales para el bebé son un factor fundamental en el desarrollo craneofacial.

La lactancia materna, la adecuada respiración nasal y el sueño aportan al desarrollo, forma y crecimiento de todas las estructuras de la cara, y por tanto de una vía respiratoria adecuada para la entrada del aire sin dificultad.

Cómo estimular los músculos del bebé para combatir la apnea de sueño

 En ese sentido, la lactancia materna, además de proporcionarle los nutrientes necesarios durante sus primeros meses de vida, también es fundamental para proveer los primeros estímulos para los tejidos blandos y duros de la cara.

En ese proceso, que debe durar al menos 6 meses de forma exclusiva según la Organización Mundial de la Salud, el bebé se esfuerza para succionar el seno y eso estimula el crecimiento de su mandíbula y maxilar.

Con una posición adecuada para lactar, entre la cavidad oral del bebé y el seno de la madre se genera un selle a nivel de la boca que lo lleva a respirar por la nariz, lo que a su vez estimula el crecimiento del tercio medio de la cara, conformado por el maxilar superior y la nariz.

Para el bebé, usar sus músculos durante la lactancia le genera desgaste desde el punto de vista metabólico.

Así, se cansa y duerme por varias horas al día y durante el sueño produce hormona de crecimiento, que hace parte de un proceso cíclico que termina en el desarrollo de una buena cara y de la vía aérea superior.

En consecuencia, si el bebé tiene un apropiado desarrollo cráneo facial, el tubo por donde respira en su parte superior se establecerá de una manera normal y no tendrá episodios de apnea del sueño a causa de una mandíbula y/o un maxilar con deficiencias en el tamaño y posición, que como consecuencia obstruyen el paso del aire.

De esta forma, desde los primeros meses de vida puedes prevenir que tu hijo en una edad mayor pueda desarrollar alteraciones craneofaciales y apnea del sueño.

El riesgo de los músculos perezosos

 Si por el contrario no se le da una buena función a los músculos, se vuelven perezosos, no tienen tono y son fácilmente colapsables como los de las vías respiratorias durante el sueño.

Con una lactancia materna corta o alimentar con biberón con agujeros grandes, el estímulo de los músculos no ocurre.

Qué hacer cuando aparecen los primeros dientes

Sobre los dos años, cuando aparecen los dientes temporales de forma completa , se debe empezar una dieta con alimentos sólidos para seguir estimulando el proceso de crecimiento facial, el cual sobre los seis años alcanza un 80% de la apariencia que tendremos cuando seamos adultos.

Para un niño que no ha recibido el estímulo de sus músculos en esos primeros meses, pasar de una dieta líquida o blanda a una más fuerte le costará trabajo y un desacierto, por parte de los padres es seguir alimentándolo principalmente con preparaciones como papillas, cremas y licuados que no implican esfuerzo en masticar y en poner en funcionamiento los músculos que ya deben tener un desempeño adecuado para su edad.

Además, es fundamental el control de hábitos que van en detrimento del desarrollo y crecimiento de la cara y que afectan la vía aérea como la succión digital, morder objetos y no dormir bien.

Incluso, las deficiencias en el crecimiento y desarrollo craneofacial derivan en anomalías con la forma y la posición de las estructuras dentomaxilofaciales o en problemas respiratorios, rinitis y amigdalitis que dificultan la entrada del aire y se puede empezar a desarrollar patrones de apnea obstructiva del sueño.

¿Cómo tratar la apnea del sueño en niños?

 Al identificar claramente los sitios de obstrucción que generan la apnea del sueño se pueden realizar tratamientos de acuerdo a lo que se requiere que van desde procedimientos quirúrgicos por Otorrinolaringología o el uso de dispositivos de presión positiva.

La cirugía para la modificación de la posición o el tamaño del maxilar y la mandíbula no está indicada durante el periodo de crecimiento y desarrollo craneofacial.

Sin embargo la realización de tratamientos con ortopedia maxilar y terapia miofuncional en pacientes pequeños pueden favorecer un crecimiento craneofacial adecuado con el establecimiento de una vía aérea que evite tener apnea del sueño en un futuro.

Fuente: http://descubretusalud.com

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