Recreando la morfología dental de un modo eficiente

Nov 14 de 2019 0

Las restauraciones posteriores de Clase II representan alrededor de un 50% de los casos en la práctica dental y mi experiencia como odontólogo no es ajena a esta estadística. Entre manejar mi propio consultorio de tiempo completo, dar conferencias, correr carreras de autos profesionalmente y reservar espacio para mi familia, me resulta vital tener un espacio de trabajo configurado para la eficacia. Es por eso que mis equipos de Clase II incluyen prácticamente todas las herramientas disponibles en el mercado.

Cuando se trata de restauraciones posteriores de Clase II, una de esas herramientas esenciales es el renovado retenedor y matriz  Omni-Matrix de Ultradent; sin duda el mejor equipo de su tipo con el que me he encontrado durante mi carrera. Gracias a su nueva estructura y su cabeza móvil,  Omni-Matrix me permite personalizar una variedad de diseños en cualquier cuadrante de la boca sin sacrificar calidad o el confort del paciente, mientras que facilita un alto rango de visibilidad durante el procedimiento. Para restauraciones unitarias o múltiples y con la opción de estilos con o sin alas, Omni-Matrix me da además la opción de usar una banda mylar o una banda de acero inoxidable, que vienen en presentación universal y ultra-delgada. Personalmente, prefiero el diseño sin alas en la mayoría de los casos pero siempre tengo la presentación con alas a la mano, para situaciones que requieren una preparación subgingival.

La circunferencia de la banda se ajusta fácilmente girando el mango y la cabeza móvil permite acceder a cada cuadrante de la boca.  Y lo más práctico de Omni-Matrix: es desechable y viene pre-cargada, para ahorrarnos tiempo en esterilización.

Como proponente de una odontología mínimamente invasiva, soy un firme defensor de la idea de que la conservación de la estructura dental natural es ideal para las futuras necesidades restaurativas de un paciente, además de que reduce la duración y el costo de los tratamientos y el dolor asociado a ellos. Muchas de mis restauraciones directas posteriores son tan mínimamente invasivas que solo el tejido patológico es retirado, sin romper los contactos. En estos casos, todo lo que necesito es algo que pueda adaptarse a la forma del diente para poder recrear su morfología original y, dado que los contactos permanecen intactos, el diseño de la preparación me permite usar un retenedor Matrix para crear la forma correcta y mantener un buen contacto. Una vez que la restauración ha sido ubicada, la banda Omni-Matrix se libera sin afectar el material restaurativo.

Mis razones para preferir Omni-Matrix son, sin duda,  su facilidad de uso, el rango de alcance y la manera en la que las bandas desechables me ahorran tiempo y dinero. Todas estas ventajas, en una herramienta ideal para la creación de maravillosas restauraciones posteriores personalizadas Clase II. Eficiencia y calidad en un mismo instrumento. Dos características que no tienen precio y que hacen más fácil mi vida profesional tanto como mi vida personal.

Detalles clave:

  • Diseño exclusivo, ideal para restauraciones unitarias o múltiples.
  • Estructura innovadora que permite mayor visibilidad durante el procedimiento y más confort para el paciente.
  • Banda ultra-delgada bruñible en acero inoxidable que de adapta a distintas preparaciones.
  • Estilos con o sin alas, de acuerdo a sus necesidades.
  • Diseño desechable ascéptico que le ahorra tiempo y dinero.

 

Todd Snyder, Cirujano Dental.
Miembro de la Academia Americana de Odontología Cosmética.
Laguna Niguel, California

Fuente: ultradentla.blog/

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