Existe una creciente preocupación mundial por el uso de antibióticos. 

La odontología representa el 13,2% de todas las prescripciones médicas de antibióticos en EE.UU. y para el 8,8% en Alemania. 

Se ha demostrado que el uso complementario de antiboticos junto con la terapia periodontal no quirúrgica mejora los resultados clínicos, aunque su uso rutinario no es recomendado debido a los efectos secundarios conocidos y la desarrollo de resistencia a los antimicrobianos.

Entre las amplias opciones de antibióticos, la combinación que se ha recomendado es la de la amoxicilina y metronidazol para pacientes periodontales y generalmente se usa sin ningún tipo de prueba de susceptibilidad a los antibióticos.

Con conocimiento emergente de medicina periodontal y la asociación periodontal  entre patógenos y varias afecciones sistémicas comunes, como diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares: el impacto de la susceptibilidad antibiótica para patógenos periodontales tiene un alcance mas allá del de la periodoncia.

Fuente: efp.org