Las Trabas Para Desarrollar Un Negocio Odontológico

Jun 29 de 2016 0
Actualmente existen más de 50 mil profesionales en la salud oral en el país,

de los cuales el 58% ha establecido su unidad de negocio, según un sondeo online realizado por la clínica Ciro Garnica en el año 2013. 

Sin embargo, aún hay mercado suficiente para ser capitalizado por el sector odontológico.
Infortunadamente, dicha situación no prospera a raíz de la falta de organización, emprendimiento, preparación profesional, administrativa y trabas políticas. En ese sentido, el panorama para que los odontólogos se desempeñen como verdaderos empresarios está bastante lejos, a pesar de que el 86% de los odontólogos consultados se consideran empresarios.

El primer factor radica en la pobre preparación académica de los recién egresados. Este fenómeno sucede principalmente por el recorte del pénsum en las facultades, con el fin de obtener un título en tiempo récord, sin tener en cuenta que las buenas bases son indispensables para continuar especializándose y desempeñar la profesión de la mejor manera.

Es aquí cuando la formación empresarial desempeña un rol fundamental a la hora de mantener un negocio y gerenciarlo de forma correcta, porque el odontólogo emprendedor debe tener conocimientos en administración y marketing para aumentar las probabilidades de supervivencia de su negocio, y en un futuro contar con todos los departamentos de una compañía común y corriente: administrativo, financiero, comunicaciones y marketing.

Los egresados de décadas anteriores salían al mercado con una formación integral, sin tantas carencias en cuanto a las habilidades profesionales, contrario a las características de hoy.

El segundo factor consiste en la falta de organización como agremiación del sector de la salud oral, pues realmente se rige por la Federación Odontológica, pero esta tiene carácter científico e investigativo, en lugar de administrativo, lo cual aporta enormemente a las mejoras de técnicas de la profesión pero se queda coja a la hora de organizar y educar al gremio.
Según el estudio señalado anteriormente, al 91% de los odontólogos le gustaría pertenecer a una asociación de empresarios.

Actualmente, se busca innovar con las colegiaturas y, tal vez, crear un círculo de odontólogos empresarios. Lamentablemente la percepción y realidad es que las alianzas gremiales y empresariales no están bien conformadas, o simplemente no existen.

Es importante tener en cuenta que se deben regular las tarifas de materiales, de preparación y rendimiento de los odontólogos, ya que este servicio está ligado directamente con la salud de los seres humanos.

El tercer factor se refiere a que el Gobierno y el Congreso de la República deben beneficiar a los locales en lugar de los foráneos. En estos momentos el gremio está experimentando una invasión de empresas y odontólogos de otros lugares del mundo, todo a raíz de las facilidades de las políticas de inversión extranjera en Colombia. Solo por citar un ejemplo, las empresas odontológicas que ingresan al país declaran zona franca y durante 5 o 6 años no pagan impuestos, mientras que las nacionales son privadas de estos beneficios.

Las compañías extranjeras tienen considerables beneficios sobre las locales y poseen alrededor del 3% del mercado colombiano, a la hora de instalarse en nuestro país. Por ejemplo, el negocio de la odontología depende, en gran medida, de los insumos. Estos son importados principalmente desde Estados Unidos y Alemania. Por ende, si el dólar se incrementa, los materiales también. Sin embargo, con las consultas no sucede lo mismo, ya que el cliente siente el peso en su bolsillo.

En ese orden de ideas, muchas compañías odontológicas, para mantener el negocio activo, disminuyen la remuneración de la mano de obra para seguir en la competencia.

En otros países hay subsidios de gobiernos para que realmente se puedan montar empresas. Entonces surge la siguiente pregunta, ¿no sería una manera correcta de estimular el emprendimiento local brindar estos beneficios a las nuevas empresas?

El gremio necesita presencia en el Congreso de la República. Es decir, hacer lobby por parte de odontólogos líderes que influyan en los congresistas de manera positiva, para poner en la mesa debates que busquen el beneficio de esta profesión y por ende del bien común. El gremio debería estar regido por odontólogos, pues en la actualidad esto no sucede, estamos administrados por ingenieros, administradores, etc., perdiendo coherencia entre quienes vigilan y quienes ejecutan.

El cuarto factor es la inexistencia de tarjeta profesional como odontólogos, lo cual limita ejercer la profesión sin trabas. Aunque la Asociación Colombiana de Facultades de Odontología (Acfo) y la Federación Odontológica Colombiana (FOC) se esforzaron para materializar el Colegio Colombiano de Odontólogos (CCO), hasta la fecha no se ha podido establecer esta entidad como regulador de tarjetas profesionales y expedición de los permisos a odontólogos extranjeros.

Por lo tanto, urge la reinstauración de la tarjeta para beneficiar a los odontólogos y acelerar todos los procesos necesarios para que, finalmente, se pueda ejercer esta hermosa y respetable profesión con calidad, dignidad y derechos.

Ciro Garnica, Presidente Clínica Ciro Garnica.


Fuente: http://www.portafolio.co/

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