«La odontología es la posibilidad de hacer el bien»

Dic 05 de 2016 0
Magistrado del Tribunal Nacional de Ética Odontológica de Colombia. Autor o coautor de 44 libros, 37 de ellos académicos y 7 literarios. Doctor en Odontología, Magíster en Salud y en Administración de Salud y Especialista en Periodismo.

¿Cómo fue  su infancia?

Nací  en  Barranquilla, pero solo  viví allí  los  dos  primeros meses de  vida. Soy oriundo de Las  Flores, corregimiento de  San  Marcos, Sucre, Caribe Colombiano. Hasta los  seis  años viví en  una hacienda ganadera de  mis padres, vecina de Las Flores. Hace 64 años llegué a Bogotá: a los siete años, en  1952,  a estudiar interno en  un colegio militar, y desde entonces vivo aquí, con  unos pocos años de  ausencia,  cinco en  Medellín para estudiar unos años de  primaria y después la Maestría en Salud Pública, y dos años en  Sincelejo, Sucre, para trabajar en Salud Pública y en la subdirección del Hospital Regional.

 

¿Cuáles fueron sus  retos en  la  universidad?

Aprender y terminar los  estudios, porque me  casé prematuramente, cuando estaba en  quinto semestre  y eso me  produjo complicaciones horarias, laborales y económicas. Estudié en  la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, entidad a la cual le conservo gran aprecio y permanente gratitud, porque gracias al título que me  concedió pude trabajar, sostener a  mi  familia, criar y educar a  nuestros  hijos y cumplir con  los  objetivos y propósitos de mi esposa y míos. Estudié en  Bogotá porque en  esos años en  Colombia solo  había cuatro facultades de Odontología.

 

¿Cuál  fue  su primer trabajo?

En una clínica odontológica en  Bogotá,  siendo estudiante de  odontología, en  sexto o séptimo semestre, gracias a m inolvidable profesor José Domin- go Prada Caballero.

 

¿Cómo definiría su personalidad? Latinoamericana,   colombiana,   con énfasis en lo caribeño, mezcla de nostálgico y  alegre, fundamentalmente transparente, honesto, veraz, responsable, comprometido, cumplidor de sus  obligaciones, puntual.

 

¿Cómo se  desarrolló profesionalmente?

El  primer desarrollo profesional fue en   el  año rural,  en   el  cual realicé una gran labor comunitaria para be- neficio de  la población, como fueron educación en  salud bucal en  escue- las,   liderazgo para  la  ejecución  de obras en  el municipio y organización de  asociaciones de  trabajo en  la  co- munidad.  Tres  grandes  momentos generaron cambios en  mi vida  profe- sional. El  primero fue  la  realización de la Maestría en  Salud Pública, en  la Universidad de Antioquia, Medellín, porque esa  capacitación y formación me  amplió y profundizó la  forma de pensar, actuar y de  entender las  res- ponsabilidades y obligaciones que tenía con   la  solución de  problemas de   la  población colombiana  y  para mejorar las  condiciones de  salud en las  mismas; igualmente cambiaron radicalmente mis condiciones socio-económicas y las de mi familia, pues a partir de  ese  momento mi  vida  profesional y laboral fue  muy superior. Un segundo momento fue  la vinculación al Ministerio de Salud, en el cual cambié la  mentalidad rehabilitadora de   mi   formación  odontológica  por una  eminentemente  preventiva,  la de  conservar la  salud bucodental en las  personas y poblaciones para evitar que se  enfermaran y lograr que se  mantuvieran sanas. El tercer momento fue el ingreso a la docencia en la   Pontificia  Universidad  Javeriana y después en  la  Universidad Nacional  de  Colombia, porque en  ellas se arraigaron mi compromise con  la salud  de  la  población, la  investigación y la  formación de  profesionales para beneficio de las comunidades.

 

¿Quienes han sido su  mayor influencia, sus  maestros?

He  conocido personas extraordinarias, gracias a  las  cuales pude cumplir  con  mis  objetivos y propósitos personales, familiares, profesionales, laborales e  institucionales. En  mi  libro   «Opciones profesionales  y  laborales del  odontólogo» aparecen  más de 10 páginas de agradecimientos y como la editorial no me  permitió más por  razones de  espacio, en  la  cuarta edición de  mi  libro «Clínica del  sano en  odontología» agregué dos  páginas más. Como eso  fue hace tres o cuatro años, necesito más páginas para incluir a más personas.

 

¿Le gustan los retos?

Sí, son  motor de  progreso, desarrollo y avance personal, familiar, profesional,  laboral, académico, investigativo, social, económico, político, moral y ético.

 

¿Qué  aprecia en un colega?

La ética, compromiso y responsabilidad con  sus  pacientes, la población y  el  país; la  lealtad y  transparencia con   sus   familiares,  amigos, colegas e instituciones con  las  que labora; su permanente deseo de  actualización  y capacitación. Que  sea  una buena persona y buen ciudadano.

 

¿Qué  tipo  de tratamientos son  sus preferidos?

Los  programas y actividades de  prevención primaria y específica, que evitan que aparezcan las  enfermedades  y permiten conservar bucodentalmente sanos a los  pacientes y a la población de un país y del mundo.

 

¿Qué  es  lo  que más le  gusta de  su profesión?

La posibilidad de hacer el mayor bien y prodigar los mayores beneficios a la población, entre ellos el  más importante, el de  poder prevenir las  enfermedades bucodentales y conservar bucodentalmente sana a las personas de todas edades.

 

¿Cuáles son  sus valores como odontólogo?

Ética, honestidad, honradez, lealtad, compromiso, cumplimiento, puntualidad, transparencia,  estudio y capacitación permanente, progreso académico-científico-tecnológico.

 

¿Viaja  mucho al extranjero a dar  o tomar cursos?

Viajé  periódicamente a  dictar conferencias en  congresos internacionales y a visitar instituciones de salud; ahora lo  hago poco. Actualmente asisto cada quince días a conferencias de ética y bioética, y todos los años a más de  cinco cursos, seminarios, talleres o congresos, para actualizarme y capacitarme en las áreas de la profesión que ejerzo y me  interesan.

 

¿Por qué continúa actualizándose? Porque es  necesario. Leo   y  estudio todos los  días, (libros, revistas,  periódicos, noticieros), cada mes asisto a actos académicos y reuniones gremiales, pertenezco a Comités de Ética e Investigación que se  reúnen periódicamente, soy Magistrado del  Tribunal  Nacional de  Ética Odontológica y eso  me  obliga a estar actualizado en todo  lo pertinente a la ética y la odontología.

 

¿Qué   clínica  le   ha   impresionado más?

La  «Clínica del  paciente sano» que organicé y realicé en  mi  consultorio particular durante quince años en  el Grupo Beta  Odontológico y por  varios años en  la  Universidad  Javeriana  y unos pocos años en  la  Universidad Nacional, en  la  cual el  compromiso era mantener a  los  pacientes buco- dentalmente sanos, libres de  caries dental y periodontopatías.

 

¿Atiende a pacientes?

Estoy   pensionado  hace  once  años. La  clínica la  ejercí durante dieciseis años, de los cuales quince se los dediqué al Programa «Clínica del paciente sano». Los 43 años de egresado los he combinado con  40 años en  la  actividad  institucional estatal y privada, , 30 en  la docencia, 40 en  la investigación

y 16 en  la clínica en  consultorio particular, 15 en  el  Programa de  clínica del sano.

 

¿Qué  veían los  pacientes cuando entran a su clínica?

Un  rostro afable y un profesional dedicado y comprometido con  ellos.

 

¿Qué  es  lo  primero que ve  cuando mira una cara?

El todo, su armonía, y después los ojos, su mirada, piel,  dientes y sonrisa.

 

¿Qué  le atrae de un rostro?

La bondad y generosidad que proyecte, su mirada e imagen de transparencia, su belleza.

 

¿Cuándo es  necesario el  diseño de la sonrisa?

Cuando  hay    anomalías  maxilobucodentales severas o graves que deterioran la  fisiología, las  funciones  y la estética. Pero no  me  gusta la mercantilización y abuso que se  hace en nombre de  este procedimiento para hacer tratamientos innecesarios.

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¿Cuán importante  es  devolverle la sonrisa a un paciente?

Muy  importante, porque es  parte de su autoestima e imagen social.

 

¿Odontología tradicional o digital? La que sea  más eficiente, eficaz y signifique el  mayor bienestar para los pacientes.

 

¿Le gusta trabajar en equipo?

Sí, lo he hecho durante todo mi ejercicio profesional institucional.

 

¿Cuál  es  el  futuro de  la  odontología?

Debiera ser   la  prevención específica   de   enfermedades  bucodentales, el  realizar amplios, profundos y permanentes programas de  prevención para mantener bucodentalmente sanos  a  los  pacientes y a  la  población mundial.

 

¿Se considera un profesional de éxito? Sí, porque la gran mayoría de  mis actividades han producido el  bien  y beneficios a millones de personas. Algunos de los programas nacionales que organicé e impulsé benefician a la  gran mayoría de  la  población colombiana.

 

¿Qué  quisiera tener o alcanzar?

La  salud y el  bienestar socioeconómico para mi  esposa, hijos e  hijas, nietas y nietos, nueras y yernos, las comunidades nacionales y la  población mundial.

Fuente: Dental Tribune

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